La obra de Mina, que cobró otra dimensión cuando aterrizó en las calles de Barcelona, ​​se caracteriza por armonizar la plasticidad y la intensidad de los colores y las formas orgánicas.

Debido a esta dimensionalidad única, es en la actualidad una de las máximas representantes del arte urbano internacional. Hamada armoniza la plasticidad y la intensidad de los colores y las formas orgánicas en sus obras, y a través de su equilibrio lúdico de la aspereza de las calles, junto con la suavidad, la emoción y los ritmos de sus obras, rompe con la brutalidad del paisaje cotidiano.

Las obras y murales de Hamada nos invitan a un mundo de ensueño, combinando Oriente y Occidente, un espíritu joven y una profunda filosofía. La artista trabaja a través de la autorreflexión para investigar la pintura utilizando técnicas inconscientes y de improvisación.

Los títulos de sus obras, en japonés, español e inglés, reflejan este autoanálisis poético y hacen referencia a su propia identidad y los intercambios entre las culturas que encarna. En "Transitions", la mirada de Hamada ilumina múltiples elementos, tanto abstractos como figurativos, y crea una nueva tierra de colores, formas y energías.