Un elemento central del proceso artístico de Ducommun es su utilización única de elementos arrastrados a la orilla de la playa cercana. Estos objetos, erosionados y desgastados por las implacables mareas, sirven como medio y musa para sus creaciones. Al incorporar estos artefactos en sus obras en papel, les da una nueva vida y propósito, trascendiendo sus orígenes humildes para evocar profundas respuestas emocionales en su audiencia.

Las piezas resultantes son una sinfonía de abstracción y color, cada trazo es un testimonio del diálogo íntimo del artista con el mundo natural. A través de sus técnicas de impresión poco convencionales, Ducommun captura la esencia del paisaje en constante cambio del océano, traduciendo sus ritmos y texturas al lienzo en blanco del medio elegido. El resultado es una serie de composiciones que irradian una sensación de fluidez y movimiento, invitando a los espectadores a sumergirse en el flujo y reflujo del tiempo.

Sin embargo, más allá de su atractivo estético, las obras de Ducommun tienen un significado más profundo, uno que habla de la fragilidad de nuestra memoria colectiva y la urgencia de la preservación del medio ambiente. Mientras los espectadores contemplan estos tapices de papel y pigmentos, recuerdan la interconexión de todas las formas de vida y el profundo impacto de las acciones humanas en el mundo natural.

A través de "Historia de agua salada", Ducommun nos invita a reflexionar sobre nuestra propia relación con los océanos y las criaturas que los habitan. En una era marcada por la degradación ambiental y la crisis climática, su arte sirve como un conmovedor recordatorio de la importancia de la gestión y la conservación. Al elevar los objetos desechados a objetos de belleza y contemplación, nos desafía a reconsiderar nuestras suposiciones sobre el valor y el valor, instándonos a ver la belleza en los ignorados y marginados.

En esencia, "Historia de agua salada" es más que una simple exposición de arte; es un llamado a la acción, un llamado a la atención plena y la responsabilidad frente a la adversidad ecológica. A través de sus trascendentes creaciones, Amélie Ducommun nos invita a aceptar nuestro papel como custodios del planeta, a valorar y proteger los océanos que nos sustentan a todos. A medida que viajamos a través de su mundo inmersivo de color y textura, podemos emerger no solo inspirados sino también empoderados para lograr un cambio positivo en nuestro entorno compartido.