Si tenemos presente que la fotografía no empezó a ser valorada como un arte digno de figurar en las colecciones más importantes hasta el boom que sucedió en los años noventa –hace solamente poco más de treinta años-, no resulta tan extraña esa tardanza en reconocer debidamente las mejores obras de los autores de cómic, dibujantes o también guionistas. Sin embargo, el reconocimiento del cómic se ha iniciado recientemente y va en aumento en algunos países, como los EE:UU. o Francia, tanto en museos y galerías como en las subastas de arte.
La muestra ComicLAB 2024. Gráfica libre quiere también recordar, o simplemente mostrar, que ese arte llamado cómic, historieta y de otros modos fue, es y será mucho más que un arte que se pueda reducir a etiquetas como “novela gráfica” o cualquier otra. Estamos hablando de dibujo, de unos dibujantes y de sus dibujos, de una creación gráfica que comporta un componente narrativo –desarrollado o sólo insinuado-, que puede incluir palabras o no hacerlo, que es libre y por ello puede escoger distintos modos y tonos, desde la narración convencional o clásica hasta la síntesis humorística o la expresión plástica de carácter más experimental, abstracto o surrealista, en clave de ensayo o de poesía.
Finalmente, hay un tercer aspecto que define esta propuesta: su carácter intergeneracional, que significa una cierta continuidad en la creación gráfica de carácter innovador. La selección de dibujantes que exponen en la galería LAB 36 abarca temporalmente un conjunto de autores nacidos entre 1956 y 1993 y de obras realizadas desde los años ochenta del siglo XX hasta los actuales años veinte de un siglo XXI que algunos tal vez imaginamos luminoso y que, de momento, está resultando ser bastante oscuro. Pero no para las artes.
La selección expuesta en ComicLAB 2024. Gráfica libre reúne dibujos inéditos y recientes, algunos de ellos realizados ex profeso para esta muestra (los de Pere Joan, Olaf y Fum), y también dibujos anteriores y rara vez expuestos en su formato original. Estos son los agentes que configuran esta exhibición de gráfica libre:
Pere Joan (Palma, 1956), Isa Feu (Barcelona, 1956), Calpurnio (Zaragoza, 1959-Valencia, 2022), Olaf Ladousse (París, 1967), Ana Galvañ (Murcia, 1975), Marc Torices (Barcelona, 1989), Fum (Barcelona, 1989) y Conxita Herrero (El Prat de Llobregat, 1993).
Los más veteranos fueron en su día fundadores y colaboradores de las mejores revistas de cómic de los años ochenta: “Cairo” (Pere Joan), “El Víbora” (Isa Feu) y “Makoki” (Calpurnio). Olaf Ladousse –fundador del mejor fanzine que conozco: “¡Qué Suerte!”- y Ana Galvañ representan la generación intermedia. Y Marc Torices (autor de “Cornelius”), Fum (“Asunción el televisor”) y Conxita Herrero (“Gran bola de helado”) son tres de los dibujantes más originales de la última generación.
Y nos complace especialmente exponer varios dibujos originales de Calpurnio, creador de una obra extensa y memorable: “El bueno de Cuttlas”.
- Juan Bufill
