Conversation with Sergio Mora

Conversation with Sergio Mora

Sergio Mora, nacido en Barcelona el 30 de enero del año 1975, ganó un Grammy por su portada del disco “El Poeta Halley” del grupo Love of Lesbian el año 2016.

Pero Sergio Mora es conocido en todo el mundo no sólo por este gran premio y honor, lo es porque su obra ha formado parte de numerosas exposiciones y de prestigiosas colecciones internacionales; por sus libros ilustrados, algunos escritos por el y otros de otros autores-para público infantil, adulto y joven-;  y porque Philippe Starck le encargó las intervenciones artísticas para dos restaurantes de los restaurantes que el gran chef español José Andrés -nominado al Premio Nobel de la Paz- tiene en Estados Unidos. Las colaboraciones son una lista interminable con GUCCI, Tiwel, etc.

Ahora mismo, Sergio tiene 47 años, es un padre primerizo y dedicado, y sigue con una agenda de proyectos interminable.

Y tenemos el placer de presentar en LAB36, el la calle Trafalgar número 36, una exposición también singular: las 8 pinturas inéditas que el artista creó en 2018 para ilustrar una novela de aventuras de Arthur Conan Doyle, el autor de Sherlock Holmes, titulada El Mundo Perdido, que muchos quieren defender que fue la inspiración para Jurassic Park de Spielberg, aunque Michel Crichton insistía  en que nada tenía que ver su guión con la novela. Lo que sí es cierto, es que parecería que Sir Arthur escribió El Mundo Perdido a medida de la imaginación, ilusión y fantasía sin límites de Sergio.

Aprovechamos que está con los pinceles en la mano, pintando a un naturalista que aparece en la novela -y que podría ser su álter ego- para conversar con él.

Natalia- Sergio, antes de hablar de las obras que exponemos y del libro que las inspiraron, cuéntanos algo de ti.  Por tu edad, perteneces a la generación X, eres un postbabyboomer. ¿Te identificas en algo con los miembros de tu misma generación? Es la que llaman de los MTV, o la generación llave,  y también la generación Peter Pan.

Sergio- Si que me parece que nos está costando madurar, y eso podría ser un poco síndrome de Peter Pan… Como hijos de una generación que les costo mucho esfuerzo todo, que trabajaron  incansablemente para que a sus hijos les fuera mejor y no les faltara de nada, es verdad que lo hemos tenido todo. También  hemos vivido muchas crisis pero con el móvil en la mano. Somos una generación curiosa… Ha coincidido con mi paternidad a los 40 y pico, eso también es muy raro si miras generaciones anteriores. Muchos amigos de mi edad no tienen hijos por voluntad. En cambio las generaciones anteriores no se planteaban esa posibilidad, se tenían hijos porque era lo que tocaba, nosotros nos lo hemos pensado mucho. Y yo me alegro, porque no hubiera estado preparado. Ahora lo disfruto plenamente… Sí, diría que hemos prolongado la adolescencia.

N- Esta adolescencia interminable, infancia idílica, la relacionas directamente con tu trabajo, tu estilo, el mundo que has creado, con tu personaje Mágico Mora?

S- Somos una generación claramente televisiva, yo me pasaba el día viendo la televisión, miraba de todo, películas, documentales, dibujos animados; también leyendo cómics. En cambio mi sobrino es youtuber, no ve películas, no lee.

Tu realidad es lo que vives, tanto si estás en un parque como leyendo y esa realidad la vas construyendo con las sensaciones y los sentimientos que te evocan las vivencias por las que pasas.

Julio Verne se consideraba un gran viajero sin moverse del sillón y me identifico con él.

N- ¿Crees que todos estamos capacitados para crear esa fantasía que tienes tu?

S- A mi las imágenes me evocan fantasía, el mundo de las aventuras, te hacen sentir que estas viviendo esa experiencia. Para mi la fantasía es un complemento vital.

Con los años vas creando un universo propio, vas sumando elementos, iconografías, se va articulando solo. Yo soy referencial, tengo mis inspiraciones, descubro, investigo…Pero me gusta explicarlas a mi manera, y después invento mis personajes, las situaciones que vivirán, los ambientes donde transcurrirán sus vidas o sus momentos de acción. Es como traducirlo a mi propio idioma …

N- Tus personajes cambian de historia, es como que les gusta la aventura que está viviendo otro de tus protagonistas y se va para allá… Traspasan de una a la otra…

S- Eso me encanta, se van enlazando personajes que los re-sitúas en otro ambiente, en otra escena y hago que los proyectos se conecten.

N- Te has acercado muchas veces al mundo infantil, con cuentos, ilustrando autores. Cambias de chip según hables a un público infantil o adulto?

S- Uno de mis recuerdos favoritos son las pelis de los 80, tienen un tono que se dirige a todos los públicos, muy familiares. Por ejemplo Cazafantasmas, Regreso al futuro…era para todos. Y creo que eso se ha perdido. Ahora el concepto del target para identificar la audiencia a quien va dirigida cualquier cosa que sale en el mercado -ya sea cultura, ocio, productos, viajes- ha segmentado, fragmentado, creando tanta distancia y diferencia que es muy difícil llegar a público con más diversidad.

Las películas cohesionaban, la cultura y el ocio estaba más pensado para cohesionar públicos. Ahora, yo también lo veo en mi trabajo, tienes que dirigir un mensaje a un tipo de población. El target del mundo de la publicidad lo está absorbiendo todo y se asocia tanto al consumo y a quién consumirá el qué, que separa, crea exclusión. Nos hacen sentir muy diferentes los unos de los otro según seas de un target o de otro. Y encima sólo mola el tuyo, los otros no molan para nada.

N - Estoy totalmente de acuerdo y además, el mundo de la publicidad se apropia de todo incluso del arte, un peligro…

S- Yo cuando hago publicidad me planteo llevar el arte a la publicidad y no al revés. A mi me gusta trabajar con marcas y crear lenguajes afines.

N- Cuéntanos como vives el reconocimiento. Como artista es necesario… ¿Recuerdas la primera vez que te presentaste al público?

S- El año 2004 fue un momento clave para mi. - Marc Parrot me encargó la portada de su disco, coincidió que fue el “Año Quijote” y me encargaron una campaña para las escuelas de la ONCE, y también inauguré mi primera individual en la galería Iguapop de Barcelona.

Los diferentes públicos de cada ámbito se sumaron y fue explosivo. Y años más tarde, en 2016 vinieron el Grammy y Philippe Starck. Otro año muy importante.

N- Cuanto glamour! ¿Fuiste a los Grammy?

S- No fui porque el mismo día se inauguraba el restaurante que Philippe Starck hizo para el chef José Andrés en Miami y en el que yo llevaba tanto tiempo trabajando. Fue una elección muy difícil.

N- ¿Y porqué escogiste Miami?

S- Para el restaurante, llevaba un montón de tiempo trabajando, era una intervención en todo el restaurante con mis dibujos. A los Grammy, estaba nominado, podía salir ganador o no…

N- Y, ¿visto desde la perspectiva, repetirías la elección?

S- No me arrepiento. Los Grammy era en Las Vegas, y mientras dudaba entre una y otra, se me ocurrió preparar la boda sorpresa para Laura - Lusesita- y lo empecé a organizar todo. Buscar la iglesia, la ministra, etc. Y a Laura le iba diciendo que iríamos a La Vegas igualmente. Y nos casamos en Las Vegas.

N- ¿Disfrazados como en las películas?

S- No, no. Yo iba a ir de negro, elegante. Y Laura también. Nos casó una ministra y los testigos de la boda fueron un Elvis, que también era el músico, y el fotógrafo, que nos iba diciendo dónde posar, qué caras poner y arreglando el decorado.

N- Eso sí que es una aventura total, ¿no? ¿Has hecho alguna obra sobre el tema?

S- Tengo un libro, lo llamo de “autoficción”.  Pero me da vergüenza enseñarlo, es tipo película de Tarantino… No sé que hacer con el… Un editor me dijo que le gustaba pero que no era el momento…Ya veremos qué pasa…A veces escribo, pero me da mucha vergüenza.

N- Sergio, estoy viendo que eres supertímido? ¿Tímido o vergonzoso?

S- La infancia fui ultratímido, me marcó. De mayor, hacia el gamba para exorcizar la timidez… Cuanto más introvertido eres, más fantasioso eres, te encierras en tu mundo interior.

N- Y ¿cómo lo ves ahora? ¿Crees que hay la misma capacidad de crear, de inventar fantasía?

S- Se ha perdido inocencia, me da pena, hay mucho desencanto. Y si eres inocentón, eres tonto.

N- ¿Inocentón? ¿Qué quieres decir?

S- El sentido del humor actual es superácido, parece que para molar tienes que ser chungo. Los cantantes tienen apariencia de estar vendiendo droga pero sus canciones son ñoñas, y al mismo tiempo desafiantes…Es una sensación de que falta cariño. De que están de vuelta de todo, de no creer en la fantasía.

Acabamos de ver una serie en netflix tipo “Los Durrell”, que da muy buen rollo, inspiradora. También tienen un idealismo y también viven contratiempos y desgracias, pero las aceptan como parte de la vida.

Hay otro fenómeno que también es curioso, cierran tiendas, por ejemplo la Disney, porque se han pasado a shop online, es mas rentable, pero así se pierde la parte creativa, la que crea fantasía de ver, tocar, sentir. Todo son almacenes, la vida se convierte en almacenes…

N- Y ante este panorama, ¿te has planteado cómo educarás a tu hijo Anton? Es un gran reto… Decías antes que lo habéis tenido muy conscientes del momento. Visitando vuestro estudio el otro día, vi que Anton disfrutaba mucho de todas las cosa que ve por allí, es un mundo mágico para cualquier niño y me pregunto si no se aburrirá cuando salga a la calle con un padre y una madre tan creativos y con mundos tan intensos…

S- ¡Quizás quiere todo lo contrario!

N- Hablemos un poco de la exposición, de la novela, del mundo que representa…El Mundo perdido, extinción, los exploradores, ¿tú lo crees vigente?

S- Para mi la curiosidad es importante, hay que ser curioso… Por ejemplo estoy descubriendo mucha música en spotify, a partir de una que me gusta, las sugerencias que propone y me encanta…Estoy redescubriendo grupos de mi época…La curiosidad va en cualquier dirección… N- Los algoritmos… pero cuando te envían publicidad no deseada… ¿cómo lo llevas?

S-  Mola cuando tú utilizas la tecnología, tendría que ser una herramienta para tu uso y no al revés. Cuando es ella la que te utiliza a ti…Todo lo automatizado lo llevo fatal, me indigno cuando no me funciona algo. Echo de menos el trato personal.

A nivel de mi trabajo me ha aportado mucho, gracias a herramientas tipo la wacom, el trabajo del restaurante fue una gran solución. El proceso fue muy práctico…

N- ¿Pero no renuncias a pinceles? -Le hago esta penúltima pregunta a Sergio mientras nos está pintando un personaje de la novela en formato gigante en uno de los muros de la galería.

S- Me gusta combinar…me gusta ensuciarme, también…

N- ¿y los próximos proyectos?

S- Estoy con muchas cosas, pero no se pueden decir… habrá que esperar un poco para saberlo…

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